Para eliminar o disimular los signos de envejecimiento de la piel existen muchas opciones no quirúrgicas pero que tienen esos resultados. Una de ellas es la de los hilos tensores, que realizan un estiramiento de la piel de manera fácil e indolora. Estos hilos están compuestos por fibroína de seda, un tipo de enzima extraída del gusano, que al colocarlos en la piel se disuelven en estado líquido y entran en la dermis por acción del calor, para formar así un tipo de red elástica en ella, estimular la regeneración del colágeno, fibra elástica y tejido conectivo que hará que la piel recupere su elasticidad.
Se recomienda para:
• Reafirmar y mejorar la flacidez del rostro, con su uso constante.
• Lograr una piel firme, luminosa e hidratada.
• Reducir poros.
• Afinar la línea V del rostro.
• Conseguir un efecto lifting reafirmante.
• Hidratar, iluminar y revitalizar el tono de la piel.
• Reparar la piel dañada gracias a sus potentes antioxidantes.
• Disminuir líneas de expresión y rellenar arrugas.